División de tareas cotidianas según sexo en Neandertales

Los neandertales ya dividían las tareas cotidianas según su sexo

El Mundo, 18/02/2015

Hoy en "La ventana" os traemos los resultados de una investigación del CSIC que revela la división de tareas cotidianas entre hombres y mujeres en los neandertales. La clave, el estudio comparativo entre dientes masculinos y femeninos.

Una curiosa investigación ha revelado una distinción entre los dientes de hombres y de mujeres neandertales. Esto permite inferir que la división de las tareas cotidianas según el sexo se producía también en esta línea evolutiva extinta. Estos resultados han sido publicados en la revista "Journal of Human Evolution".

Hasta la fecha, esta segregación del trabajo se creía exclusiva del Homo sapiens y aparecida hace unos 40.000 años. En el caso de los neandertales, se pensaba que la mujer podía participar en la actividad cinegética, quizá motivado por el hallazgo de huesos fragmentados de ambos sexos en contextos de caza.

El doctor e investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) Antonio Rosas y la investigadora del mismo centro Almudena Estalrrich han encontrado evidencias morfológicas en algunos aspectos de los dientes. Por ejemplo, las estrías o el esmalte. Rosas afirma: "Lo novedoso de este estudio es que se ha realizado sobre los marcadores de actividad, es decir, estudiando las marcas sobre los dientes, ya que los neandertales usaban la boca como una tercera mano".

Los investigadores han analizado 99 dientes incisivos y caninos de 19 individuos provenientes de tres yacimientos diferentes (El Sidrón en Asturias, L'Hortus en Francia y Spy en Bélgica). Las estrías dentales presentes en los fósiles femeninos siguen un mismo patrón, pero diferente al encontrado en los individuos masculinos. "Lo que hemos descubierto ahora es que las estrías detectadas en las piezas dentales de las mujeres adultas son más largas que las encontradas en los hombres adultos. Por eso suponemos que las tareas que realizaban eran diferentes", dice Rosas.

Antonio Rosas junto a Almudena Estalrrich

Relacionar unas estrías más o menos largas con unas actividades domésticas concretas no resulta para nada sencillo. Los propios investigadores suponen que ciertas tareas relacionadas con el tratamiento de pieles y de madera podrían relacionarse con el morfotipo dental hallado para las mujeres, mientras que los hombres se dedicarían más a la fabricación de herramientas líticas y a su retoque, es decir, al afilado o a la creación de filos agudos. Esto conllevaría un morfotipo de estrías equiparable a los dientes masculinos hallados. En los dientes masculinos, además, se encontraron pequeños desconchados de esmalte dentario, con mellas en el esmalte y la dentina de las piezas superiores. En los femeninos, las imperfecciones aparecen en las inferiores.

Sin embargo, esta división del trabajo no afectaba a todas las tareas cotidianas. "A pesar de todo, creemos que la especialización del trabajo según el sexo de los individuos probablemente se limitase a unas pocas tareas, ya que es posible que tanto hombres como mujeres participasen de igual manera en la caza de grandes animales", añade Almudena Estalrrich. Esto evitaría el conflicto con el hallazgo de los huesos masculinos y femeninos en contextos de caza.

Antonio Rosas concluye con una reflexión sobre nuestro conocimiento acerca de los neandertales, del cual el propio investigador es reconocido a nivel mundial: “El estudio de los neandertales ha aportado numerosos descubrimientos en los últimos años. Hemos pasado de pensar en ellos como seres poco evolucionados, a saber que cuidaban a los enfermos, enterraban a sus muertos, comían marisco e, incluso, tenían características físicas distintas a las esperadas: los había pelirrojos, y de tez y ojos claros. Hasta ahora pensábamos que la división sexual del trabajo era típica de las sociedades sapiens, pero eso parece que no es así”.

Os recomendamos un artículo anterior sobre el último neandertal en España para saber más sobre la extinción y convivencias de los neandertales con los humanos modernos. Y agradecemos a los investigadores su infinita curiosidad que nos permite conocer un poco mejor a nuestros parientes evolutivos.