Antonio Salieri nació en Legnago, una pequeña ciudad fortificada italiana que estaba bajo dominio de La Sereníssima República de Venecia. Era hijo de un comerciante de granos y hermano de Francesco, un afirmado violinista que también tocaba el clavicémbalo, pariente del piano, y que seguramente fue su primer maestro. Fue compositor de óperas (hizo más de 40), conciertos y música de cámara y sacra durante el siglo XVIII. El mito le ha hecho pasar a la historia como el envenenador de Mozart. ¿Qué hay de cierto en ello?
La película Amadeus, de Milos Forman, recrea la hipótesis de un Salieri atormentado y sombrío dispuesto a quitarse la vida ante el peso de la culpa de haber asesinado a un joven Mozart, cuyo potencial le eclipsaba. El modus operandi, un lento envenenamiento. Esta hipótesis ya fue citada por Aleksandr Pushkin cinco años después de la muerte de Mozart. Fue en un libro que alcanzó gran difusión y que hablaba de un Salieri envidioso. Y el compositor Nikolai Rymski Korzakov se basó en este libro para su ópera Mozat y Salieri, que también difamaba al autor italiano. Incluso se llegó a afirmar que los restos de Mozart se habían perdido para borrar toda huella de envenenamiento. Salieri, en un arrebato de locura, llegó a reconocer que había envenenado a Mozart, aunque es cierto que sufrió en sus últimos años una notable degradación física y mental. Lo que sí se sabe con certeza es que la vida de Antonio Salieri estuvo durante un tiempo ligada a la de Wolfang Amadeus Mozart, de quien fue maestro de canto y composición.
La investigación profesional posterior no ha encontrado indicios que prueben este crimen, sino todo lo contrario. Ricardo Muti, director de La Scala de Milán, comenta en la inauguración de "La Europa reconocida" de Salieri: "Salieri merece todo nuestro homenaje no sólo porque su Europa reconocida inauguró La Scala hace 236 años, sino porque su repertorio es extraordinario. En sus armonías y la complejidad orquestal nada tiene que envidiar a Mozart."
En 1784 estrenó en París su obra maestra: la ópera Las Danaides. En ella, el melodismo se funde admirablemente con un fuerte dramatismo. Entre sus discípulos figuraron Beethoven, Schubert o Liszt. De sus restantes óperas merecen citarse Le donne letterate (1770), Don Chisciotte (1770), L’Europa riconosciuta (1778), Tarare (1787) y Falstaff (1799).
Hoy os presentamos una de sus piezas más alegres: "La fiera di Venezia", perteneciente a una ópera en tres actos, la cual el propio Salieri describía como comedia. Fue su segunda ópera en Viena y le dio bastante prestigio, hasta el punto de convertirse a la muerte de Gassman en Director del Teatro Italiano en Viena y Compositor de la Corte. Admiremos su maestría y dejemos hoy de lado su mítica conspiración.
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