La osteoporosis
es una enfermedad que se caracteriza por la disminución en la densidad del
hueso, es decir, el hueso “se vuelve” frágil” porque pierde parte de sus
minerales. Esto conlleva una disminución de la resistencia del hueso frente a
los traumatismos o la carga, con el consiguiente riesgo de fracturas. El hueso
es como un tejido vivo; por un lado se forma hueso nuevo y por otro se va
destruyendo el hueso envejecido. Aparece la osteoporosis cuando se rompe el
equilibrio, bien porque disminuya la formación del hueso o bien porque aumente
su destrucción. Es más frecuente en la mujer a partir de la menopausia porque
disminuyen unas hormonas llamadas estrógenos y esto hace que se altere el
metabolismo del hueso y se pierda más masa ósea. Los hombres también pueden
tener osteoporosis pero generalmente más tarde.
¿Qué factores
aumentan el riesgo de padecer osteoporosis?
- Edad: Con el
paso de los años todas las personas van perdiendo masa ósea, por lo que la
osteoporosis es más frecuente a partir de los 70 años.
- Antecedentes
familiares: la osteoporosis es más frecuente en personas cuyos padres también
la padecen o padecieron. Tu médico de familia te preguntará probablemente si
recuerdas si tu padre o tu madre presentaran fracturas de huesos con
frecuencia, sobre todo fracturas espontáneas, es decir, cuando el hueso se
rompe sin traumatismo previo.
- Sexo femenino:
como ya dijimos, la pérdida de estrógenos tras la menopausia hace que los
huesos sean más frágiles.
- Menopausia temprana:
las mujeres que dejan de menstruar precozmente, ya sea por una intervención u
otra causa, dejan de producir antes estrógenos.
- Sedentarismo:
la falta de actividad física favorece la pérdida de la masa ósea.
- Baja ingesta de
calcio. El calcio es la sustancia fundamental del hueso. Es importante como
luego veremos asegurar una buena ingesta de calcio según edad y características
de la persona.
- Tabaquismo: el
tabaco puede ayudar en la destrucción ósea.
- El consumo
excesivo de alcohol y cafeína también favorece la pérdida de la masa ósea.
- Algunos
medicamentos como esteroides (corticoides), heparinas u hormonas tiroideas, en
tratamientos prolongados pueden favorecer la aparición de osteoporosis.
- Enfermedades
como la diabetes, el hipertiroidismo, el hipogonadismo y algunas enfermedades
reumáticas como la artritis reumatoide aumentan también el riesgo a largo
plazo.
¿Qué síntomas
produce?
La osteoporosis
es una enfermedad silente, es decir, no produce síntomas y solo produce dolor
cuando hay una fractura. Las fracturas más frecuentes en la mujer postmenopausica
son las fracturas vertebrales, que producen dolores agudos de espalda. La
disminución progresiva de la talla de una persona a partir de una cierta edad
puede también deberse a los aplastamientos y deformidades de los cuerpos
vertebrales como consecuencia de la pérdida de masa ósea.
En los ancianos,
son más comunes las fracturas de huesos largos como el fémur, y también de
muñeca. Las típicas fracturas de cadera de las personas mayores también suelen
ser consecuencia de la osteoporosis.
¿Cómo se
diagnostica?
Existen diversas técnicas radiológicas para el
diagnóstico de esta enfermedad así como para valorar su evolución y su
respuesta al tratamiento. Las radiografías simples pueden detectar la
osteoporosis cuando ésta ya está muy avanzada, por lo que no es recomendable
para diagnóstico. Actualmente se utilizan técnicas que miden la DMO (Densidad
de Masa Osea), que es la cantidad de hueso que tiene un área determinada del
cuerpo. A menudo, las mediciones se realizan en la columna y en la cadera (en
el cuello del hueso fémur). Esta técnica se llama absorciometría de rayos X de
energía doble, aunque tú lo verás como DEXA, más fácil ¿no?. Es similar a una
radiografía pero utiliza menos radiación. El estudio es rápido y no produce
dolor. Debe evitarse en mujeres embarazadas. Los resultados de la DEXA se
comparan con los valores estándares de la población joven y sana resultando una
medición llamada T score. Según esta T score, tu médico de familia te dirá si
la densidad de tu hueso en normal, si tiene osteopenia (pérdida leve de su masa
ósea) o si tiene osteoporosis.
¿Cuál es el
tratamiento de la osteoporosis?
Medidas de
prevención: Como siempre, hay cosas que puedes hacer tú para evitar o al menos demorar
la aparición de osteoporosis:
- Asegúrate de
hacer una dieta rica en calcio y baja en proteínas. Los derivados lácteos son
la principal fuente de calcio. Las necesidades de calcio son de unos 1000 mg al
día aproximadamente; estas necesidades aumentan en etapas de crecimiento,
durante el embarazo y en la menopausia. La masa ósea de un individuo depende de
la cantidad máxima que haya alcanzado con el crecimiento y de la pérdida que
posteriormente se produce con la edad. El pico máximo de masa ósea se alcanza a
los 30 -35 años.
Cuando la dieta no garantiza estas
necesidades, hay que tomar suplementos de calcio. Estos te los prescribirá tu
médico cuando lo crea necesario ya que tampoco es recomendable la ingesta
excesiva de calcio. La vitamina D favorece la absorción de calcio, por lo que
en muchas ocasiones se administra asociada al mismo.
- Abstente de
fumar y de consumir alcohol y cafeína en exceso.
- Realiza
ejercicio físico de forma habitual, adecuado a tu edad y forma física; se trata
de evitar la inmovilización excesiva. La natación, el ejercicio aeróbico o el
paseo diario mejoran el balance en cuanto a la pérdida de calcio se refiere.
- El estrés
favorece la pérdida de calcio, sobre todo en columna. La práctica de ejercicios
de relajación te ayudará e forma significativa.
Tratamiento
farmacológico:
Se utilizan
fármacos que disminuyen la destrucción del hueso:
- La calcitonina:
Disminuye la destrucción del hueso. Suele usarse la calcitonina de salmón y se
administra intranasal.
- Los
bifosfonatos: son unos fármacos que retardan la destrucción del hueso y
disminuyen el riesgo de fracturas. Entre los más utilizados están: alendronato,
risedronato, ibandronato y ácido zaledrónico. Se administra junto a suplementos
de calcio y de vitamina D. Se deben tomar disueltos en abundante agua nada más
levantarse por la mañana. Durante los 30 minutos siguientes a la toma hay que
evitar acostarse y tomar ningún alimento.
Como siempre, te
remitimos a tu médico de familia si te preocupa este tema o si tienes dudas de
presentar esta enfermedad; sin duda te hará una correcta valoración si lo
considera conveniente.
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