La casita del hada Melodía se alzaba
sobre la cumbre nevada de la montaña más alejada del bosque. No sin esfuerzo,
los tres compañeros de viaje consiguieron abrirse camino y llegar hasta allí.
Muy contentos de haber llegado por fin a su destino se internaron cautelosos en
la morada. La puerta estaba abierta, la chimenea encendida y no parecía haber rastro alguno del hada que había llevado a nuestros amigos a la gran aventura.
Dentro de la casita, comenzaron a buscar
en todos los rincones: junto a la alacena, detrás del reloj de cuco, en un
viejo baúl … El conejito Suki, más
atrevido que sus amigos, decidió adentrarse en un huequito junto a la chimenea
y … allí, asombrado, pudo descubrir cómo decenas, cientos de cajitas de música,
de todos los tamaños, formas y colores
encerraban cientos de cantos y melodías, notas de colores que sonaban
lastimeras esperando poder salir de su encierro.
Suki y Manuel se apresuraron a
ir abriendo todas las cajitas al tiempo que Tobías corría y corría detrás de
las más bellas notas, que volaban danzarinas por la casita. ¡Por fin estamos
libres! ¡La, li, la! ¡Tin, tan, tum! El pobre Tobías no conseguía atrapar
ninguna. Agitaba y agitaba sus alitas intentando atraparlas pero estaban tan
excitadas que era imposible alcanzarlas. Poquito a poco iban saliendo por la chimenea, volando libres a sus destinos. Por fin, de una cajita esmeralda,
pequeñita y muy bonita salió una melodía especial, que evocaba suaves brisas,
bosques y sueños, casi mágica. Pronto supo Tobías que era su canto, su canto
perdido. ¡Qué contento! ¡Ven aquí canto querido! Cuando Tobías pudo entonar de
nuevo su bella melodía, Suki y Manuel, asombrados, supieron al unísono que el
viaje había merecido la pena.
Decidieron volver cuanto antes a su
bosque, si se daban prisa podrían llegar antes de que anocheciera; apenas
habían iniciado su camino cuando, de repente, una sombra les cerró el paso.
-¡Quién me ha robado mis cantos! ¡Quién
ha osado desafiarme! – exclamó amenazante el hada Melodía frente a ellos.
(Continuará la próxima semana)
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