La tensión arterial (TA) es la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos. Para medirla se usan dos valores, el valor más alto es la presión sistólica o máxima y el menor valor es la presión diastólica o mínima.
¿Cuáles son los valores normales?
Se consideran normales los valores de 120 mmHg de máxima y 80 mmHg de mínima, es decir 12/8. Estos valores pueden cambiar ligeramente según las distintas asociaciones médicas de hipertensión, cardiología, medicina de familia ...
La OMS considera hipertensión arterial (HTA) cuando los valores de la tensión están por encima de 140/90 mmHg., es decir, 14/9. Estas cifras pueden variar también según el tipo de paciente, es decir, una tensión arterial normal para ti puede ser elevada para otra persona, por ejemplo, que sea diabética, en la que la tensión arterial debería ser más baja.
¿Qué es la hipertensión arterial?
Es una enfermedad crónica, es decir, dura toda la vida y precisa de unas recomendaciones dietéticas, de una forma de vida sana y saludable y, con frecuencia, de un tratamiento farmacológico.
Causas de la hipertensión arterial
Cuando se desconoce la causa o mecanismo que está produciendo la HTA, se llama "esencial o idiopática" y es la más frecuente. También puede estar producida por una enfermedad del riñón, del corazón o del metabolismo; entonces la llamamos HTA "secundaria".
¿Que factores influyen?
- Factores que NO podemos modificar: herencia familiar, sexo, raza, edad ... Las personas con familiares de primer grado (padre, madre, hermanos) hipertensos o que hayan sufrido jóvenes una enfermedad del corazón tienen mayor riesgo de desarrollar una HTA.
- Factores modificables: sobrepeso u obesidad, mayor sensibilidad al sodio (la sal) , consumo de tabaco y café, uso de anticonceptivos y vida sedentaria.
Síntomas de la hipertensión arterial
Generalmente no presenta síntomas salvo que se produzcan complicaciones. En otras ocasiones, al consultar un episodio de cefalea (dolor de cabeza) o de mareo inespecífico se puede detectar en una persona la tensión alta.
Un dolor de cabeza intenso o un mareo fuerte deben llevarte a acudir cuanto antes a tu ambulatorio para que te valoren clínicamente.
¿Cuáles son las principales complicaciones?
- Riesgo de infarto a nivel del corazón o cerebral, es decir, formación de trombos que impide el flujo sanguíneo en cualquiera de estos órganos.
- Rotura de un vaso cerebral causando hemorragia.
- Daño renal o mal función del mismo (insuficiencia renal).
- Rotura de vasos oculares y perdida de visión.
¿Cómo se diagnostica?
- Mediante revisiones periódicas en tu centro de salud o revisiones del trabajo.
- Mediante la llamada "triple toma", que consiste en la toma de tensión en tu ambulatorio en tres ocasiones seguidas con un intervalo de una semana entre cada una de ellas para luego hacer la media y ver qué cifras se obtienen.
- Poniendo un MAPA - es un aparatito muy sencillo conectado a un esfingomanómetro (un aparato de tensión) que el paciente lleva durante 24 horas. A cada hora se obtiene una medición y así tu médico sabrá extrayendo los datos a un ordenador, qué tensión arterial has tenido durante todo el día que lo has llevado puesto. Es más exacto que la triple toma y aunque no es muy cómodo para el paciente, no causa ningún daño.
¿Cuál es el tratamiento?
La HTA no puede curarse, solo controlarse. Para controlar la tensión arterial disponemos de tratamientos de dos tipos:
- NO farmacológicos:
Dieta hiposódica o pobre en sal; la sal retiene líquidos y aumenta la TA. Ten cuidado con los alimentos que llevan sal: carnes muy curadas o pescados ahumados, conservas, precocinados, sopas de sobre, caldo concentrado, salsas saladas, frutos secos, aceitunas, salazones, pan o biscotes con sal...
Reduce el consumo de tabaco y café.
Evita el colesterol y la ingesta de grasas animales. Utiliza aceite de oliva.
Establece un plan diario de ejercicios saludables para fortalecer el corazón.
Incrementa el consumo alimentos ricos en potasio como verduras, frutas y legumbres.
- Farmacológicos:
Los fármacos para controlar la tensión se prescriben de forma individualizada, el que usa tu vecina puede que no sea el adecuado para ti. No suelen tener casi efectos secundarios pero si aparecen consúltalo con tu médico para sustituirlo por otro.
Si tengo automedidor, ¿cómo lo utilizo?
No conviene medirse a diario la tensión arterial salvo que te lo indique tu médico o tu enfermera; no es bueno obsesionarse ni medirse la tensión ante cualquier mínimo síntoma porque son valores muy cambiantes; ten en cuenta que este tipo de aparatos son orientativos y no siempre muy exactos. Si alguna vez obtienes valores muy altos, no te alarmes ni te pongas nervioso, acércate a tu centro de salud para confirmar las cifras.
Procura seguir las siguientes recomendaciones antes de automedirte la tensión:
- No importa en qué brazo la midas, aunque se suele recomendar en el izquierdo; por su cercanía al corazón suelen obtenerse en este brazo valores algo más altos.
- Siéntate relajado y con la espalda bien apoyada durante al menos 5 minutos antes de medirte la tensión.
- No utilices el automedidor si acabas de comer o de fumar un cigarro o de tomar un café.
- Apoya bien el brazo estirado sobre una superficie firme.
- Procura tener la vejiga vacía.
- No cruces las piernas.
- Lleva ropa holgada, en especial las mangas para que no opriman mucho el brazo.
- Haz 2 ó 3 mediciones seguidas, generalmente la más exacta suele ser la última.
Recuerda que es muy importante tener un buen control de nuestra tensión arterial porque, junto con otros factores de riesgo cardiovascular que iremos viendo, controla el buen funcionamiento de nuestro corazón.
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