martes, 5 de marzo de 2013

Tengo varices, ¿qué puedo hacer?

Las varices se definen como dilataciones tortuosas de las venas, principalmente en las piernas, y es una de las enfermedades más comunes de la patología vascular. 
Las venas llevan en su interior unas válvulas que "empujan" el flujo de sangre de las piernas hacia el corazón, es decir, contra gravedad; cuando estas válvulas se hacen incompetentes, las venas se dilatan y se ensanchan dando lugar a un enlentecimiento del flujo sanguíneo que a medio - largo plazo hace que las piernas se hinchen. 

¿Quién tiene más riesgo de padecerlas?

Cualquier persona puede tener varices pero son más frecuentes en mujeres, personas con sobrepeso u obesidad y aquellas cuya actividad profesional exige estancias prolongadas de pie o sentadas.


¿Qué síntomas produce?

Si las venas afectadas son superficiales, aparecen esas antiestéticas varices que todos conocemos. Una persona con varices puede no tener ningún síntoma o bien presentar alguno de los siguientes:
- Sensación de piernas cansadas o pesadas.
- Dolor y calambres en las piernas sobre todo a última hora de la tarde, cuando están "más cargadas".
Edemas o hinchazón de piernas, sobre todo a nivel de los tobillos. 
Normalmente estos síntomas empeoran con el calor y la bipedestación (estar de pie) prolongada y mejoran con el frío, el reposo y la elevación de las piernas.
En casos muy avanzados pueden aparecer manchas color café e incluso úlceras; esto se suele ver sobre todo en personas de edad avanzada. 


¿De qué tratamientos disponemos?

No hay un tratamiento definitivo que revierta el daño que ya se ha producido en la vena. En algunos casos en que las varices están muy induradas y el flujo sanguíneo muy enlentecido, se pueden operar. Esto debe valorarlo el cirujano vascular.
Existen medicamentos que en ocasiones se utilizan para mejorar el flujo sanguíneo (diosmina y similares) pero no hay realmente una evidencia científica que apoye su eficacia.
Lo más efectivo es el tratamiento preventivo para que no se formen las varices o para evitar su empeoramiento. 

¿Qué puedo yo hacer?

Evitar el sobrepeso, que dificulta el retorno de la sangre, es decir, la circulación venosa.
- Evitar el estreñimiento; para ello trata de incrementar la ingesta de fibra y el consumo de vitamina C y E.
- Hacer ejercicio: lo más recomendado, natación y caminar.
- Caminar descalzo sobre la punta de los pies durante periodos de 2 minutos y descansar. Repite este ejercicio durante 5 veces al día, aproximadamente.
- Evitar la depilación con cera muy caliente, saunas o baños prolongados a temperaturas muy elevadas. Al final del baño diario, realiza una ducha de agua fria sobre las piernas masajeando desde los tobillos hasta los muslos.
- Usa medias de compresión a diario, que evitan el estancamiento de la sangre. Conviene ponérselas estando tumbados en la cama o en un sofá. Al principio puede que te cueste un poco acostumbrarte, pero pronto verás sus beneficios y no podrás pasarte sin ellas.
- Cuando estés en casa sentado, acostúmbrate a tener un poco las piernas elevadas para favorecer el flujo sanguíneo.
- Si por tu trabajo pasas mucho tiempo de pie o sentado, procura hacer balanceos frecuentes con tus pies para que el flujo sanguíneo no se estanque. Lo ideal sería disponer de un reposa- pies móvil que te ayude en ello.



Recuerda que en la prevención está la llave de tu buena salud.

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