miércoles, 20 de marzo de 2013

Cuidados básicos de mis plantas


El comienzo de la primavera es la época ideal para "pasar revista" a nuestras plantas y pensar en adquirir otras nuevas, que tan alegres y decorativas quedan en nuestros hogares y jardines. Los cuidados de las plantas no tienen porqué ser complicados  y por eso os ofrecemos hoy unos sencillos consejos que si los llevas a la práctica te darán sorprendentes resultados.  

 La maceta : Normalmente, cuando adquirimos una planta, nos la suelen vender en una maceta de plástico por su bajo coste, su bajo peso y la facilidad de trasporte; no obstante, lo primero que os aconsejamos es que en cuanto la tengas en tu casa, la trasplantes a una maceta de cerámica o de tierra cocida, no solo por criterios estéticos, sino porque al ser un material mas poroso, permite respirar mejor a las raíces, de forma mas saludable. De esta forma puedes también aprovechar para cambiar el sustrato porque normalmente en las tiendas suelen emplear un sustrato estándar que no siempre es el más adecuado. 

 El trasplante: Se recomiendan dos trasplantes anuales: al comenzar la primavera y al comenzar el otoño. Además de elegir bien la maceta y el sustrato cuando vayas a trasplantar, no te olvides de poner en el fondo de la maceta un lecho de grava o piedras de río para que recoja el excedente del riego y que las raíces no estén continuamente sumergidas en agua. Si prefieres sólo realizar un trasplante anual, es preferible que lo hagas al comenzar la primavera. Procura no trasplantar en invierno ni en pleno verano. Después del trasplante, mantén la planta durante 2-3 días en un lugar sombreado para que se adapte al nuevo entorno.


La iluminación : El exceso o la falta de luz es la causa de la mayoría de los problemas de las plantas. Para una adecuada fotosíntesis, la planta necesita suficiente luz porque si no la recibe  en cantidad adecuada, sería como si no respirara. Las plantas requieren luz diurna pero es necesario que los rayos de sol no recaigan directamente sobre las plantas, lo ideal es situarla cerca de una ventana que reciba mucha luz pero con protección (unas cortinas o unos estores, por ejemplo) para protegerlas si en algún momento del día reciben luz directa del sol. Son ideales los lugares luminosos, cerca de una ventana que esté orientada al este.

El riego : Debe ser regular pero sin excesos; lo ideal es regar a primera hora de la mañana o a la última de la tarde, cuando los rayos de sol no son tan fuertes porque si riegas justo a las horas centrales del día, las gotas del agua harían efecto lupa y las hojas de tus plantas podrían quemarse. Si la planta está recién trasplantada, es mejor ir regando poco a poco e ir incrementando el riego hasta alcanzar sus necesidades adecuadas. Procura que el agua de riego esté a una temperatura ambiente; evita el agua muy fría o muy caliente.


El abono : Además de luz y agua, las plantas necesitan minerales y otros elementos nutricionales, aun cuando la tierra esté en buenas condiciones. Entre marzo y septiembre conviene abonar cada 15 días y durante el resto del año suele ser suficiente con una vez al mes. Lee bien las etiquetas del producto y sigue de forma estricta las proporciones que te indican en la etiqueta, un exceso de abono también puede resultar perjudicial. El aporte de potasio potencia el crecimiento y el desarrollo de las flores.

La temperatura y la humedad ambiental : Lo ideal es una temperatura en torno a 18º C aproximadamente. Ten cuidado con la proximidad de los radiadores porque a veces no nos damos cuenta y se eleva demasiado la temperatura de la planta. No conviene  que el ambiente esté muy seco y para ello puede ser útil pulverizar de vez en cuando el follaje de las plantas con un vaporizador o bien colocar unas vasijas con agua próximas a tus plantas para que humedezcan el ambiente conforme se va evaporando. Es muy importante evitar las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura.

El cuidado de las hojas : Vigila la acumulación de polvo en las hojas, no solo por estética sino porque dificulta la respiración de la planta. Cuidado con los productos químicos y a veces demasiado agresivos que encontramos en el comercio. En ocasiones, simplemente es necesario pasar un paño humedecido hoja por hoja para ir limpiándolas y con ésto es suficiente.



Las plagas y enfermedades : Vigila la aparición de plagas. Suelen percibirse en primavera, cuando algunos insectos despiertan del letargo invernal, excepto cochinilla y ácaro rojo, que actúan durante todo el año. Examina el follaje periódicamente, infórmate en viveros sobre los productos que se pueden emplear y lee bien las etiquetas de los mismos para su correcto uso. Utiliza fungicidas preventivos.



Estos sencillos consejos son recomendaciones generales y aplicables a la mayoría de las plantas que habitualmente tenemos en el ámbito doméstico; no obstante, conviene que cuando adquieras una planta, te informes bien sobre sus cuidados porque puede ser que requieran algún cuidado especial. Si eres de los que disfrutas con el cuidado de tus plantas y supone para ti una actividad de disfrute, te recomendamos que dispongas de un pequeño "diario de mis plantas", donde vayas registrando sus cuidados, las fechas de trasplante, de abono, etc... En la red encontrarás buena información sobre el mundo de la jardinería y entre las páginas que te recomendamos destaca la seguro conocida por todos: www.infojardin.com

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