miércoles, 26 de junio de 2013

El Ratopín rasurado puede ayudar en la lucha contra el cáncer


El ácido tampoco puede con el ratopín rasurado

El ratopín rasurado ya ha demostrado ser resistente al cáncer
Público.es

Científicos estadounidenses, en colaboración con equipos de China e Israel, han publicado en Nature el descubrimiento de que la enorme molécula de ácido hialurónico presente en el Ratopín rasurado, un roedor africano, es clave para evitar que se generen tumores. Ya buscan la forma de encontrar aplicaciones directas en la lucha contra el cáncer en humanos.

El Heterocephalus glaber o Ratopín rasurado o Rata topo calva es un roedor sin pelo de la sabana africana, que tiene una estructura social parecida a las hormigas: viven en colonias, con una reina a la que sirven obreros y soldados. Estos últimos defienden activamente a la colonia de ratopines "foráneos". Presenta otras curiosas peculiaridades para un mamífero: nunca bebe agua y es insensible al dolor que causa el ácido en la piel. Su aspecto es bastante feote debido a la ausencia de pelo. Ciertamente, parece una salchicha con dientes. Es muy longevo para un roedor: hasta treinta años.

Esta especie de ratón se ha hecho famosa en los últimos días como elemento fundamental en la lucha contra el cáncer. Un grupo de investigadores estadounidenses han descubierto que el ratopín es inmune al cáncer gracias al ácido hialurónico, el cual aprovecha hasta límites insospechados. Esta sustancia es una cadena con átomos de carbono e hidrógeno que producen la mayoría de las células del cuerpo y que ayuda a controlar el crecimiento de los órganos hasta su tamaño adecuado. El ratopín produce una cadena mucho más larga de lo normal, con un tamaño molecular enorme. Según Andrei Seluanov, investigador de la Universidad de Rochester (EEUU) y coautor del estudio que se publica en Nature: "este animal nos va a enseñar cómo ser inmunes al cáncer". El gran desarrollo de la molécula de hialurónico tiene mucho que ver en ello. Los investigadores afirman que no solamente les ayuda a tener la elasticidad necesaria para reptar por los túneles, sino que bloquea el desarrollo de tumores. Sin su presencia, las células comienzan a dividirse sin control formando tumores.


Ratopín rasurado.
Fuente: SCIENCE.

El estudio se ha realizado con 1.500 ratopines durante 25 años, y sólo uno de ellos desarrolló cáncer. "El 95% de los ratones de laboratorio desarrollan cáncer y, en libertad, la tasa es del 75% porque los roedores son especialmente vulnerables a esta enfermedad", dice Seluanov.

Seluanov comenta: "Estoy bastante seguro de que encontraremos la forma de aplicar este descubrimiento para tratar el cáncer en humanos. La variante de esta sustancia producida en células evita, por ejemplo, que los huesos de la rodilla rocen unos con otros y ya se usa en pacientes con artritis. El compuesto también es un sustituto del botox y se inyecta bajo la piel para quitar las arrugas".

El particular modo de vida de este roedor implica una necesaria resistencia de la piel carente de pelo, sometida a la abrasión en el medio subterráneo. Elasticidad y resistencia han potenciado evolutivamente el tamaño grande de la molécula de hialurónico con las consecuentes implicaciones en relación a los tumores. 

No obstante, la relación ácido hialurónico-cáncer no está tan clara, siendo ésta muy compleja. Según Manuel Serrano, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas: "Hay muchos estudios en los que las células cancerosas se benefician de tener una rica malla de ácido hialurónico a su alrededor, pero también hay estudios, aunque menos, que dicen lo contrario. Es muy posible que los efectos dependan de muchas otras variables, como el componente inflamatorio, que también es sensible al ácido hialurónico y que puede tener un efecto positivo o negativo sobre el cáncer".

Como siempre en estos casos, sólo cabe esperar con los dedos cruzados y confiar en la ciencia.

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