domingo, 1 de septiembre de 2013

El cuidado de nuestros electrodomésticos - 1ª parte

Durante dos semanas haremos un “homenaje” a los grandes aliados de nuestra cocina, los que nos han permitido disponer de más tiempo libre y nos han ayudado incondicionalmente desde hace ya bastantes años. ¿Os imagináis a quiénes nos referimos? Pues a nuestros queridos electrodomésticos. ¡Qué sería de nosotros sin disponer de lavadora, frigorífico, lavavajillas, etc…! Seguro que muchos de vosotros estaréis pensando que no hay que remontarse muchos años atrás para recordar cómo nuestras madres y abuelas hacían todas las tareas domésticas sin la ayuda de estos aparatos; por eso, y en homenaje a cuánto trabajaron queremos contaros qué podemos hacer para mantenerlos hoy en óptimas condiciones, algo que también nuestro bolsillo agradecerá.


La etiqueta energética

Algo importante que debemos tener en cuenta (y que en un futuro lo abordaremos con más detalle) a la hora de comprar un electrodoméstico es la llamada etiqueta energética.

Esta etiqueta es la que nos informa sobre los valores de consumo de energía y agua del aparato, es decir, de la eficiencia. Nos permite conocer de forma rápida cómo de eficiente es nuestro nuevo aparato.

La etiqueta energética es obligatoria actualmente y debe estar siempre a la vista cuando vamos a la tienda a comprar cualquier tipo de electrodoméstico.

Es importante para nuestro bolsillo porque aunque en el momento de comprarlo pagamos un extra si se trata de un aparato de máxima eficiencia (etiquetado como A), iremos con su uso ahorrando dinero a lo largo del tiempo hasta resultar considerablemente rentable.

Además, los electrodomésticos más eficientes son también los más adecuados para el medio ambiente al ser los menos contaminantes y los que mejor optimizan la energía consumida.


Cuidado general de los electrodomésticos

Todos los aparatos tienen una vida útil pero, en ocasiones, pueden averiarse o dañarse antes de que se cumpla este tiempo. La calidad y características de estos aparatos influirá en ello pero la causa más frecuente de “avería prematura” es un pobre mantenimiento del electrodoméstico en cuestión. Con unos simples consejos de cuidado podemos prolongar la vida de nuestro aparato.

La ubicación:

Busca un sitio adecuado para colocar tu electrodoméstico. Generalmente será en la cocina. Trata de que sea un lugar sombreado o , al menos, que no reciba durante demasiadas horas la luz directa del sol ni esté sometido a elevadas temperaturas. Esto es especialmente importante con el frigorífico, que perderá eficacia si lo sitúas en un lugar caluroso porque deberá trabajar más para cumplir su función. 

El suelo debe ser estable para que no vibren demasiado cuando estén en funcionamiento; cuidado con los enlosados que se mueven, no son buena superficie para instalar estos aparatos.

Procura que tengan suficiente espacio para la ventilación que precisen y no aproveches la superficie superior para colocar montones de objetos de diversa índole: el jamón, las cajas de leche, los zapatos de toda la familia, etc.... No pongas demasiado peso encima.

El uso:

Antes de usar tu electrodoméstico por primera vez acostúmbrate a leer bien las instrucciones. La mayoría de nosotros sólo lo hacemos cuando ya ha surgido la avería y buscamos “cómo solucionarla”. No intentes investigar por tu cuenta los secretos de tu lavadora a fuerza de ensayo – error. Generalmente suele venir con las instrucciones un pequeño folleto resumido con su uso más básico. 

Ten siempre a mano el teléfono de la empresa de fabricación  y de su servicio técnico. Respeta las recomendaciones de uso y mantenimiento que vienen especificadas en las instrucciones.

La limpieza:

El polvo, la suciedad y los residuos debilitan la resistencia de los electrodomésticos y por ello se hace indispensable trazar nuestro plan de mantenimiento si queremos que nos duren. 

Acostúmbrate cuando no vayas a usarlos en una temporada (vacaciones, viajes, etc... ) de dejarlos cubiertos con una funda de plástico de las que venden en tiendas y grandes superficies. Las encontrarás de diferentes tipos y tamaños.

Aprende la forma más correcta de hacer una limpieza periódica adecuada de tus electrodomésticos y ponla en práctica de forma regular. Cuidado con los productos químicos que encontrarás en el mercado, algunos son tan corrosivos que desde luego que lo dejan limpio pero al poco tiempo dejará de funcionar correctamente. Elige bien los productos que vas a emplear.

El voltaje:

Procura que la instalación de tu casa esté siempre en buenas condiciones. Desenchufa los aparatos eléctricos cuando vayas a estar ausente una temporada, por ejemplo, en vacaciones.

Cuida de que estén conectados a enchufes adecuados y evita que vayan varios electrodomésticos en el mismo enchufe, por ejemplo, con el uso de un “ladrón”. No uses prolongadores para conectarlos a un enchufe.

En días de tormentas eléctricas o fuertes vientos, trata también de desconectar los aparatos eléctricos para evitar que se quemen por sobrecarga.

Por hoy acabamos pero la próxima semana os daremos unos consejos muy prácticos de uso y cuidado de nuestros electrodomésticos más utilizados. ¡No faltes a la cita!






1 comentario:

  1. Excelentes datos, hay que aprovechar todos los consejos para cuidar los electrodomésticos que podamos encontrar para prolongar la duración de nuestros instrumentos.

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