Convivir con la enfermedad de Alzheimer

El pasado 21 de septiembre se celebró el día mundial del Alzheimer, un día importante que bajo el lema: "Alzheimer. Cuestión de Estado", trató de recordarnos la importante repercusión socio-sanitaria que supone esta "epidemia del siglo XXI" y que afecta gravemente tanto a la persona que la padece como a los familiares convivientes. No queremos demorar más en esta sección el abordaje de esta impactante enfermedad e intentaremos hoy arrojar un poco de luz sobre ella y ofreceros algunos consejos que creemos os servirán de ayuda.

¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?

Se trata de una enfermedad neurodegenerativa cerebral caracterizada por ser progresiva e irreversible y que provoca el deterioro de las funciones cerebrales de la persona que la padece afectando a su memoria, a sus movimientos, a sus pautas de conducta y al control de sus emociones, entre otras cosas.

¿Qué síntomas produce?

- Síntomas iniciales

Destacan, entre otros los siguientes:

Pérdida de objetos importantes.

Confusión para hacer las tareas cotidianas.

Dificultad para tomar decisiones sencillas y rutinarias.

Confusiones muy llamativas de orientación en el tiempo; no recuerdan la estación del año o el mes en el que están.

Pérdida de interés por el entorno.

Cambios de humor, depresión o angustia al ser consciente de los cambios que está sufriendo.

Irritabilidad, agresividad y desinhibición social.

Tenemos que entender que se trata de síntomas muy llamativos. No os preocupéis por los pequeños despistes o lapsus de memoria que todos sufrimos y que, en general, se acentúan en situaciones de estrés.

- Síntomas tardíos

Los más llamativos son:

Conversaciones irrelevantes.

Dificultad para recordar palabras sencillas, para entender su significado y para elaborar frases habituales.

Movimientos lentos e incoordinados.

Marcha renqueante.

Alteraciones del equilibrio.

Recomendaciones para cuidadores de personas con Alzheimer

Tras el diagnóstico de esta enfermedad, se abre un camino difícil tanto para el paciente como para las personas que conviven con él.

El entorno del paciente debe estar organizado para evitar situaciones complicadas y asegurarnos una adecuada calidad de vida tanto para el paciente como para sus cuidadores. Los pilares fundamentales para lograr este objetivo son:

1 - Ordenar las actividades cotidianas:

Tenemos que ayudar al enfermo a orientarse lo mejor posible en el espacio y en el tiempo.

- Trata de establecer rutinas desde el principio de la enfermedad. 

- Elabora un horario de rutinas en relación al aseo, la alimentación y el tiempo libre y procura seguirlo fielmente. 

- Facilita al paciente un calendario donde pueda ir tachando los días de forma rutinaria y un reloj a la vista que sea fácil de interpretar.

- A veces son útiles carteles sencillos con palabras o dibujos que identifiquen recorridos o estancias: cocina, aseo, dormitorio, etc...

2 - Prevenir accidentes:

- Intenta organizar el entorno simplificando la disposición de los muebles u otros enseres domésticos para que no sean causa de posibles caídas y accidentes. Procura deshacerte de todo aquello que consideres inservible y que pueden ser un obstáculo para el desplazamiento del paciente.

- No cambies constantemente el mobiliario casero o los utensilios de frecuente manejo para evitar desorientaciones en la persona que sufre la enfermedad de Alzheimer.

- Procura mantener una buena iluminación de las estancias.

- No dejes sola a la persona que sufre Alzheimer en lugares potencialmente peligrosos como terrazas o escaleras.

- Retira materiales cortantes, tóxicos o inflamables. Vigila atentamente la cocina, una estancia especialmente peligrosa para este tipo de paciente. 

- Ten a mano el número de teléfono del centro de salud más cercano, del servicio de urgencias y del servicio de toxicología.

- Infórmate sobre las medidas de identificación actualmente disponibles para que la persona esté correctamente identificada en el caso de que tenga algún episodio de pérdida.

3 - "Cuidar a los cuidadores":

El llamado síndrome del cuidador consiste en la aparición de sentimientos negativos como miedo y ansiedad, así como un cierto nivel de estrés y desgaste físico y psicológico secundario a la dedicación constante del cuidador a la persona que padece una enfermedad  crónica, Alzheimer en este caso.

Podemos minimizar el riesgo de aparición de este síndrome con las siguientes medidas:

- Infórmate sobre la enfermedad y trata de recibir algún tipo de formación sobre el cuidado de estos pacientes. 

- Busca canales de apoyo psicológico, social y familiar.

- Busca tiempo para descansar y realizar otras actividades que te ayuden a "desconectar", a mantener tu calidad de vida, a desarrollar tus hobbies.

Finalmente, no queremos desaprovechar la oportunidad de agradecer y reconocer la grandísima labor que se está realizando a través de las distintas asociaciones dedicadas a esta enfermedad; importante pilar de apoyo para enfermos y familiares y no siempre reconocidas. Os recomendamos especialmente visitar la página web de la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de personas con Alzheimer y otras demencias. 

Os dejamos un enlace a su página web:

Ceafa

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