viernes, 24 de enero de 2014

Conceptos básicos sobre la gripe A

"Gripe: 29 muertos y 540 casos graves hospitalizados", "fallece un joven de 28 años con gripe A en Málaga", "continúa el ascenso de la epidemia de la gripe"... ¿os suenan estos titulares?; por desgracia, en estas últimas semanas, raro es el día que no vemos u oímos alguna noticia parecida en los medios de comunicación. La gripe ha llegado este año a niveles de epidemia y esta semana queremos hablar un poco sobre ella, aclarar algunos conceptos básicos y aportar un granito de arena en la prevención.



¿Qué es la gripe?

La gripe es una enfermedad infecciosa que puede afectar a los mamíferos y a las aves y que está causada por unos virus llamados influenzae; los hay de muchos tipos, pero son los influenza A, B y C los causantes de la gripe, especialmente los influenzae de tipo A. Dentro de cada grupo hay a su vez muchas cepas diferentes. Estos virus resisten perfectamente el ambiente frío y seco, de ahí que prevalezcan en invierno principalmente, dando lugar a epidemias. 


En los años 90 del siglo pasado, una variante del virus de la gripe aviar denominada H5N1 provocó muchísimas defunciones en Asia, cuando el virus que inicialmente afectaba sólo a aves, comenzó a afectar también a los humanos. Afortunadamente, este virus no mutó lo suficiente y no aprendió a transmitirse de humano a humano, con lo que aquel brote no se convirtió en pandemia, es decir, no afectó al resto del mundo. En los años 2007 y 2008, también "amenazó" con convertirse en pandemia. 


La gripe A es una neogripe que empezó a conocerse en el año 2009 y  que está producida por una cepa denominada H1N1 de un virus influenza A. 

Síntomas de la gripe

La infección causada por los virus gripales ocasiona una alteración de la mucosa respiratoria. La gripe es diferente de los catarros, la alteración es mucho más severa que la provocada por virus catarrales. A las pocas horas de la infección el tracto respiratorio está inflamado y congestivo.

El cuadro clínico inicial típico suele comenzar de forma brusca con fiebre y escalofríos, acompañados de dolor de cabeza, congestión nasal, molestias de garganta, malestar general, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca. Los más característicos son la fiebre elevada y los dolores musculares generalizados.


La fiebre y los dolores musculares suelen durar de 3 a 5 días y la congestión y la falta de energía pueden durar hasta 2 semanas.

Las molestias abdominales como nauseas, vómitos o diarreas son muy poco frecuentes en adultos pero más frecuentes en niños. 

Complicaciones de la gripe

La gripe puede revestir más gravedad en personas mayores, sobre todo a partir de los 65 años y en personas que padecen enfermedades crónicas.

Las complicaciones de la gripe son predominantemente respiratorias: neumonías, bronquitis, sinusitis u otitis. Puede haber también deshidratación y empeoramiento de enfermedades crónicas preexistentes como diabetes, asma o problemas cardiacos. 


La gripe puede ocasionar reagudización de la patología en pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), asma o fibrosis quística. Las complicaciones neurológicas de la gripe son muy raras e incluyen el síndrome de Reye y el síndrome de Guillain-Barré.

Tratamiento de la gripe

El tratamiento de la gripe suele ir enfocado a tratar los síntomas que la enfermedad produce. Sin embargo actualmente existen cuatro antivirales frente a los virus gripales (amantadina, rimantadina, zanamivir y oseltamivir) aunque su utilización es muy limitada.

¿Qué debemos hacer si tenemos gripe?

  • Descansar. Si estás trabajando, necesitarás baja laboral.

  • Beber abundantes líquidos.
  • Evitar el consumo de alcohol o tabaco.
  • Tomar medicación que mejore los síntomas de la gripe (como medicamentos para bajar la fiebre, calmar el dolor…)
  • La gripe está causada por un virus, así que los antibióticos no mejoran los síntomas ni aceleran la curación.
  • No dar aspirina a niños ni adolescentes (podría provocar un síndrome raro pero grave que se denomina Síndrome de Reye)

Los fármacos antivirales, si se dan en los primeros días tras el inicio de los síntomas, pueden reducir la duración de la enfermedad. Estos medicamentos deben ser recetados por un médico ya que pueden tener efectos adversos importantes. Hay que tener en cuenta que estos fármacos no son efectivos para tratar infecciones bacterianas ni otros virus que pueden darse como complicaciones de la gripe.

¿Cómo se transmite la gripe?

La fuente de la infección está constituida por las personas enfermas. La transmisión se produce fundamentalmente por vía aérea mediante gotitas que son originadas al hablar, toser o estornudar por la persona enferma y que alcanzan a una persona sin gripe pero capaz de padecerla. El virus entra en la nariz, garganta o pulmones de una persona y comienza a multiplicarse causando los síntomas de la gripe. También puede transmitirse, con mucha menos frecuencia, por contacto directo, por ejemplo cuando una persona toca una superficie que contiene virus de la gripe -por ejemplo la mano de un enfermo- y posteriormente se toca su nariz o su boca.


Las personas enfermas son capaces de transmitir la enfermedad desde un día antes del comienzo de los síntomas hasta unos 3 a 7 días después del comienzo de la enfermedad. Los niños pueden transmitir la gripe incluso durante más de 7 días tras el comienzo de los síntomas.

Los síntomas de la enfermedad comienzan de 1 a 4 días después de que el virus entra en el organismo.

Algunas personas son infectadas por el virus de la gripe pero no desarrollan síntomas de la enfermedad, sin embargo estas personas sí que pueden transmitir la enfermedad a otros.

Medidas de prevención

Además de la vacunación, de la que no hablaremos hoy puesto que ya abordamos este tema en nuestra entrada del día 4 de noviembre de 2013; existen otras medidas de prevención que podemos y debemos adoptar por nuestro bienestar y el de los demás.


- Cúbrete la nariz y la boca con un pañuelo desechable cuando tosas o estornudes, y tira el pañuelo después de usarlo.

- Lávate las manos con agua y jabón, sobre todo después de toser o estornudar. Si no estás cerca de una fuente de agua, usa un desinfectante de manos a base de alcohol.

- Intenta mantenerte alejado de las personas enfermas en la medida de lo posible. Cuidado con las visitas hospitalarias.

- Si estás enfermo, no vayas a la escuela, a la universidad o al trabajo y trata de mantenerte alejado de otras personas, especialmente si son mayores, niños, embarazadas o tienen otras enfermedades.

- Intenta tocarte lo menos posible la nariz, la boca y los ojos; es la forma más común de transmisión.

¿Hay razón para la alarma social?

La gripe es una enfermedad seria y, como tal, tenemos que afrontarla con responsabilidad.
Es una enfermedad conocida que nos "visita" todos los años afectando a la población en mayor o menor medida. Cada invierno, una porcentaje de la población padece la gripe; la mayoría se recuperan en unos días de forma favorable pero también hay un porcentaje que fallece por las complicaciones que se pueden presentar. Lo más frecuente es que las personas fallecidas por complicaciones de la gripe padecieran de otras enfermedades previas, generalmente cardíacas o pulmonares que se agravan por la gripe hasta el fatal desenlace. 


El problema de este año es que por su alta incidencia, hemos alcanzado los niveles de epidemia y esto ha producido que la noticia "salte" a los medios de comunicación, con las consecuencias que esto ocasiona (sobre todo, alarma social, como ya sabemos todos). Se trata de una enfermedad conocida, sabemos cómo tratarla y, salvo excepciones que también y por desgracia son las que se priorizan en la prensa, los servicios sanitarios saben como afrontarla y saben manejar los recursos necesarios y disponibles. 

Tenemos que ser responsables en tomar las medidas preventivas necesarias, no minimizar los riesgos y consultar a los servicios sanitarios cando lo creamos necesario (fiebre que no controlamos, importante afectación del estado general, niños, ancianos o personas con múltiples patologías, entre otros) pero con sentido común y tratando de no colapsar las urgencias sanitarias. Tener mocos o un poco de dolor de garganta no debería ser motivo de acudir a un servicio de urgencias y, mucho menos hospitalarias. ¿No estás de acuerdo?


Si quieres darnos tu opinión, puedes participar a través de este mismo blog o de nuestros canales habituales, ¡te esperamos! 





No hay comentarios:

Publicar un comentario