miércoles, 12 de febrero de 2014

Terapias alternativas

En diciembre de 2011, el Ministerio de Sanidad, Igualdad y Política Social elaboró un documento descriptivo muy exhaustivo sobre las terapias alternativas en España. La importancia de este documento radica en que debería servir para el abordaje de una posible regulación en el futuro de estas terapias. Actualmente no existe ninguna normativa que regule globalmente estos tratamientos en ningún país occidental. En este artículo os daremos una breve información sobre en qué consisten estas terapias y hablaremos de los beneficios y los riesgos de las más usuales. ¿Te animas a acompañarnos?


Clasificación de las terapias alternativas

Las denominadas terapias naturales abarcan una gran variedad de técnicas, lo que hace que no sea fácil su enumeración exhaustiva. Además, su heterogeneidad dificulta delimitar su alcance. 


Esta variedad hace que existan dificultades para clasificar estas terapias. Se suele utilizar una modificación de la clasificación en cinco áreas del National Center for Complementary and Alternative Medicine (NCCAM) de los EEUU de América: 

 1. Sistemas integrales o completos (homeopatía, medicina naturista, naturopatía, medicina tradicional china, acupuntura, ayurveda). 

2. Prácticas biológicas (fitoterapia, terapia nutricional, tratamientos con suplementos nutricionales y vitaminas). 

3. Prácticas de manipulación y basadas en el cuerpo (osteopatía, quiropraxia, quiromasaje, drenaje linfático, reflexología, shiatsu, sotai, aromaterapia). 


4. Técnicas de la mente y el cuerpo (yoga, meditación, kinesiología, hipnoterapia, sofronización, musicoterapia, arteterapia y otras). 

5. Técnicas sobre la base de la energía (Qi-Gong o Chi-kung, Reiki, terapia floral, terapia biomagnética o con campos magnéticos). 

Riesgos y beneficios de las terapias alternativas.

Por la evidencia científica disponible, es muy escaso el número de estudios publicados de suficiente calidad que proporcionen alto grado de evidencia sobre su efectividad en situaciones clínicas concretas mediante la aplicación de métodos científicos. 

Sin embargo, esta ausencia de demostración de su eficacia no debe ser considerada siempre como sinónimo de ineficacia. Muchos pacientes refieren cierto grado de satisfacción asociado a una percepción de mejoría de los síntomas o en su bienestar o en calidad de vida, aunque en muchas ocasiones no se dispone de estudios que permitan determinar si esta mejoría es debida al efecto específico causado por el tratamiento administrado o a un efecto placebo.


Aunque bajo la denominación de terapias naturales suelen englobarse un gran número de técnicas heterogéneas, sólo una parte tiene influencia directa sobre la salud y el resto van fundamentalmente dirigidas al bienestar o confort del usuarioDe las primeras, unas tienen mayores riesgos para el usuario, bien por suponer la ingestión de sustancias que pueden originar interacciones e incluso toxicidad, bien por efectuarse manipulaciones sobre el cuerpo que inadecuadamente realizadas pueden originar problemas de lesiones. 

Aunque estas técnicas suelen considerarse más inocuas que las de la medicina convencional, no siempre están exentas de riesgos cuando se practican por personas no cualificadas, cuando no se informa al médico del uso de productos herbales o si los usuarios han utilizado sin saberlo productos falsificados o terapias inadecuadas. 
 

Terapias alternativas más usuales

Acupuntura:

Es una intervención de uso muy extendido y aceptado para el tratamiento de un amplio abanico de patologías, muchas de las cuales están asociadas con el dolor. La evidencia actual resultante sugiere que la acupuntura es un tratamiento efectivo en el control de las náuseas y vómitos postoperatorios y aquellos inducidos por la quimioterapia, así como para aliviar el dolor dental postoperatorio. La acupuntura podría ser también una herramienta no farmacológica útil para pacientes con cefalea frecuente de tipo tensional episódica o crónica y una opción de tratamiento para los pacientes con ataques de migraña. En el dolor lumbar crónico inespecífico puede ser una técnica de utilidad como complementaria de otras intervenciones convencionales. 
 

Para otras patologías, la evidencia disponible es aún insuficiente para guiar la toma de decisiones clínicas, aunque hay determinadas patologías como la fibromialgia, la artritis de rodilla, el insomnio, la epicondilitis, el dolor de espalda y las alteraciones de la articulación temporomandibular, en las que la evidencia existente sobre la eficacia de la acupuntura es en este momento prometedora. 
 
En cuanto a su seguridad, los estudios realizados demuestran que es un tratamiento relativamente seguro y con eventos adversos menores 
limitados como dolor, inflamación, hematoma o sangrado en el lugar de 
la inyección. 
 
Homeopatía:

Es una técnica que ha empezado a ser evaluada con criterios de medicina basada en la evidencia en los últimos años, por lo que se puede afirmar que su evaluación científica está en sus inicios. En general, las revisiones realizadas concluyen que la homeopatía no ha probado definitivamente su eficacia en ninguna indicación o situación clínica concreta y los resultados de los ensayos clínicos disponibles son muy contradictorios. 


En cualquier caso, los medicamentos homeopáticos, en diluciones extremadamente altas, utilizados bajo la supervisión de profesionales se consideran seguros. 
Terapias físicas y manuales:

La investigación científica en estas técnicas está menos desarrollada, por lo que es necesario realizar más investigaciones. Aún así, la manipulación espinal osteopática puede ser beneficiosa en pacientes con dolor lumbar inespecífico agudo o crónico. Se puede considerar el uso de terapia manual, incluida la manipulación espinal, en el manejo temprano del dolor de espalda persistente inespecífico. 
 

Respecto a la seguridad de estas intervenciones se puede asumir que el riesgo del tratamiento osteopático y la manipulación espinal parece ser bajo. 


En general, un aspecto positivo de muchas de estas terapias naturales es el alto grado de satisfacción manifestado por sus usuarios, independientemente de los resultados encontrados en estudios objetivos, así como el bajo nivel de riesgo que suele representar su forma de uso 
habitual. No obstante, esto no excluye riesgos de daños y eventos adversos, a veces severos, en función del producto utilizado o de la propia técnica o procedimiento (invasividad). La escasa evidencia científica disponible sobre la efectividad y su uso adecuado refuerzan la idea de una aproximación cautelosa al uso de las terapias naturales.


Y, para concluir, estaríamos encantados de que nos contaras tu experiencia sobre este tema. ¿Alguna vez has recurrido a este tipo de terapias? ¿Tuviste una buena o mala experiencia? Si quieres participar puedes hacerlo a través de los canales habituales.
¡Hasta la próxima semana!

 



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