martes, 10 de junio de 2014

El Rainbow Warrior III y la "crisis del petróleo" en Baleares y Canarias

El barco Rainbow Warrior arranca su campaña contra las prospecciones

El buque recorre esta semana Valencia, Ibiza y Mallorca para denunciar los peligros de los sondeos petrolíferos en aguas de Canarias y Baleares

Cadena Ser.com   09-06-2014

"La ventana" se asoma hoy a un paisaje donde luce el arco iris de Greenpeace: su buque insignia, el Rainbow Warrior III, atraca en Valencia ante el anuncio del Gobierno de España de sondear en busca de petróleo en aguas canarias y baleares.


RW III. Fuente: cadenaser.com


La historia de un barco

El Rainbow Warrior fue el primer barco de la flota con que la organización no gubernamental Greenpeace lanzó sus campañas activistas en defensa del Medioambiente.

En 1985 agentes de la Dirección General de la Seguridad Exterior de Francia lo hundieron, para evitar la incursión en sus aguas territoriales. Greenpeace pretendía protestar por las pruebas nucleares que Francia realizaba en el Atolón de Mururoa, en el sur del Pacífico. Lo reflotaron, pero las averías eran sobresalientes. Decidieron hundirlo en las islas Cavalli en 1987, a fin de que pudiera servir como santuario de fauna marina.

Al Rainbow Warrior I le siguió el Rainbow Warrior II, que tuvo un final menos épico. Fue construido con dinero francés, ya que un Tribunal Internacional obligó a Francia a indemnizar a Greenpeace tras hundirles su barco en el incidente del atolón. El Rainbow Warrior II incorporó mejoras a fin de causar un menor impacto en el medio marino, como la capacidad de desplegar velas y navegar impulsado por el viento, o paneles solares para aprovechar al máximo la luz solar. En definitiva, consiguió reducir sus necesidades de combustible. Fue botado en 1989 y participó en muchas campañas. Estuvo, por ejemplo, en la conocida Cumbre por la Tierra de 1992 en Río de Janeiro.

En 1995 volvieron los ensayos nucleares franceses a Mururoa y, con ellos, la protesta de la organización ecologista. Y si Francia fue explícita en su encuentro de 1985, no lo fue menos en 1995. Bueno, con una salvedad: esta vez no hundieron el barco. Eso sí, se apoderaron de él, y detuvieron a toda la tripulación. Los activistas fueron interrogados, y los equipos del barco de la organización fueron deliberadamente destruidos. Al cabo de unos meses, el barco fue devuelto a Greenpeace por las autoridades francesas. La presión internacional obligó a Francia a abandonar las pruebas nucleares un año después, en 1996, para lo cual Greenpeace ya había sumado su granito de arena con todo el ruido ocasionado.

El 16 de agosto de 2011 el buque fue traspasado en Singapur a la ONG bangladeshi Frindship que lo rebautizó con el nombre de Rongdhonu que significa arcoíris en bengalí y que lo convirtió en un hospital flotante. Greenpeace, con motivo de su 40 aniversario, botó en 2011 el Rainbow Warrior III, actual barco de activismo de la organización. Es un buque de 58 metros de eslora aparejado con dos mástiles.


Rainbow Warrior III



La reivindicación: sondeos petrolíferos en Canarias y Baleares

El buque insignia de Greenpeace ha atracado en Valencia este lunes 9 de junio de 2014 coincidiendo con el anuncio del Gobierno de España de efectuar sondeos petrolíferos en aguas de Canarias y Baleares. Las prospecciones se encuentran autorizadas para Canarias por el Ministerio de Medioambiente, y pendientes de Declaración de Impacto Ambiental para Baleares. En ambos casos, lo que se aprueba es un sondeo: es decir, "pinchar" el terreno para ver qué cantidad de petróleo hay disponible y qué calidad tiene el mismo o, dicho de otra forma, si el yacimiento es rentable en términos económicos. Por lo tanto, lo que se ha aprobado en Canarias no es la explotación del yacimiento, sino el "tanteo" de lo interesante que pueda llegar a ser explotarlo en el futuro. Los riesgos asociados a esta actividad de sondeo presentan una probabilidad de accidente medioambiental de 0,001%, según el informe técnico que maneja el Gobierno.  El riesgo del 0,001% tiene que ver, entre otros riesgos directos, con que al "pinchar" el petróleo pueda fugarse por el cilindro que contendrá la broca perforadora. Algunos de los problemas asociados de tipo indirecto son las molestias acústicas generadas durante el proceso a los cetáceos, como zifios o delfines. Algunos efectos indirectos son ciertamente difíciles de cuantificar.

El enfado y la preocupación de las autoridades baleares y canarias es monumental. En el caso de Canarias, el turismo natural es una fuente de ingresos considerable, y preocupan las consecuencias derivadas de un hipotética escenario de vertido accidental. Actualmente Canarias recibe el tránsito en sus aguas de muchos barcos que llevan petróleo de suministro a sus costas, aunque la explotación cercana quizá no reduzca este movimiento de navíos cargados del "oro negro". ¿El petróleo extraído en Canarias será para Canarias? Evidentemente no: será vendido al mejor postor por la empresa concesionaria, como es lógico, por otra parte.

Nos encontramos con el gran problema de la sostenibilidad a largo plazo frente al acuciante agobio de los mercados y el actualismo triunfante de los políticos. No hay políticos que piensen a largo plazo, ni siquiera a medio plazo. Ni siquiera más allá de cuatro años. Si los hubiera, no triunfarían, porque nadie entendería sus gestos. Por ello existen grupos activistas y preocupados por dejar un legado digno a las generaciones futuras, como mecanismo para equilibrar lo que las naciones más agresivas desgarran para pagar deudas exteriores, balancear cuentas internas y ajustar presupuestos. Se mira a las energías nucleares como panacea generadora de empleo y energía que alivie la dependencia exterior. Y se desprecian las energías renovables acabando con las primas y poniendo el énfasis en políticas más agresivas con el Medioambiente pero más rentables. Los números son indiscutibles: España era en 2013 la cuarta potencia en energía eólica del mundo, por detrás de China, Estados Unidos y Alemania, con un total de 22.959 MW instalados. Exporta tecnología por valor de 1.933 millones de euros al año, invierte en I+D alrededor de 85,5 millones de euros anuales y da empleo a más de 20.000 personas en el sector. La eólica aporta directa e indirectamente 2.623 millones de euros al PIB en el que representa el 0,24%. Junto a la Alta Velocidad ferroviaria, la Energía Eólica en España es motivo de orgullo. Entonces, ¿por qué mirar hacia otro lado? ¿Por qué no seguir invirtiendo en renovables y liderar el mercado?

El petróleo se agotará, antes o después. Su extracción tiene los días contados. Parece razonable pensar en un futuro que cuente con las energías limpias, cuya generación no suponga un impacto constante sobre el medio. La presión de los mercados es incesante, y las grandes empresas eléctricas necesitan salvar sus cuentas. Apostar a varias generaciones es complicado. Por ello, el petróleo sigue provocando guerras, y una nueva amenaza se ha puesto de moda, el famoso fracking del gas shale, del cual ya hablamos en otro artículo que os recomendamos refrescar.


España es la cuarta potencia del mundo en Energía Eólica


Y en estas estamos cuando aparece una bolsa de petróleo cerca de las islas españolas. Algunos consideran una aberración disponer de algo así y no explotarlo, con el riesgo añadido de que el gobierno marroquí "pinche" la bolsa desde sus aguas y se lleve el petróleo propio y el existente en aguas canarias, ya que la bolsa está compartida en territorio marroquí y español. Otros, consideran que no vale todo a cualquier precio. Que no buscar formas de obtención de energía sostenible nos lleva a la irremediable extinción del ser humano por puro tonto. Y es que la naturaleza tiene mecanismos habilidosos para deshacerse de quien le está perjudicando. Como hace nuestro sistema inmune con los agentes perniciosos. ¿Cuántas generaciones de civilización le harán falta al ser humano para comprender algo tan obvio? Aquello de si dañas al elefante te dañas a ti mismo no parece interiorizado, desde luego.

El Tribunal Supremo delibera actualmente sobre los siete recursos presentados por administraciones y entidades canarias, organizaciones ecologistas y partidos políticos contra las prospecciones petrolíferas que Repsol quiere realizar frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote. Los recursos se presentaron después de que el Consejo de Ministros convalidara a Repsol en 2012 el permiso de investigación de hidrocarburos en la zona. Los recurrentes alegan riesgos medioambientales y económicos. El Gobierno canario, por su parte, quiere convocar una consulta popular para preguntar a los ciudadanos si quieren que Repsol realice las prospecciones. El Parlamento canario aprobó en febrero solicitarlo al Estado. El pasado 28 de marzo el Supremo aplazó la deliberación sobre los recursos, prevista para el 1 de abril, para solicitar más información al Ministerio de Medioambiente. Será la sala tercera de lo Contencioso-administrativo la encargada de decidir sobre la autorización gubernamental.

Greenpeace sí lo tiene claro: "La riqueza medioambiental, el turismo y la pesca de Baleares, Canarias, Valencia y mar de Alborán están en grave peligro ante los proyectos de empresas como Cairn Energy y Repsol", ha advertido a bordo del Rainbow Warrior III, Mario Rodríguez, el director de Greenpeace en España. Por eso el Rainbow Warrior III está en aguas españolas, y viajará después de Valencia por Ibiza y Mallorca. Además, abrirá sus puertas a aquellos que deseen conocerlo.

Sobre lo que ocurra respecto al petróleo, estaremos al tanto y os lo contaremos en "Mi buhardilla secreta".

Para los que no puedan ir, éste es el barco:


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