Existe un
síndrome de esclavitud moderna ocasionado por las deudas y los créditos que,
como argollas de hierro, nos convierten en esclavos de los bancos y las
entidades crediticias, bien a través de las muy conocidas tarjetas de crédito o
mediante créditos de consumo.
El origen de este endeudamiento tan frecuente en
el 90% de las familias radica en la búsqueda de satisfacción y bienestar en el
territorio del consumismo. Nos bombardean durante 24 horas al día con la
publicidad y las trampas del marketing y ésto nos lleva tarde o temprano a
endeudarnos, es decir, a adquirir un compromiso para el futuro, para nuestro
futuro, que pasa a manos de alguien, llámese entidad bancaria, financiera, etc…