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domingo, 21 de abril de 2013

El Ático (Parte 7)


“Tip tap, el hombre va.          
Busca, encuentra y vigilará.
Tip  tap, si brillando está
pórtate bien o te llevará”.

(Canción popular castellana, mediados de siglo XX).

... De nuevo giré el picaporte abriendo la puerta, que no emitió ruido alguno salvo un ligero chirriar al final del recorrido, y me adentré en las sombras... Sentí el frío húmedo de los lugares que han estado cerrados durante mucho tiempo y el olor a moho y a madera vieja impregnando todo el ambiente. La pequeña escalera de madera que subía hacia el ático ascendía un tramo y luego giraba hacia la derecha penetrando en la oquedad que daba acceso a la habitación, solitaria y abandonada. Pronto mis ojos se acostumbraron a la semioscuridad; subí lentamente sin necesidad de encender la luz. La escalera era robusta y segura, aunque a primera vista daba la impresión de fragilidad por el paso de los años.

domingo, 14 de abril de 2013

El Ático (Parte 6)


En algún momento de agosto de 1947

   Era un día inusualmente caluroso, aunque lo compensaba la humedad de la tarde. Habían llovido unas gotas, el típico bochorno de verano. En el pueblo había pocos habitantes, el turismo aún no estaba tan desarrollado como lo estaría en las décadas posteriores. A las 9 de la noche aún se veía perfectamente y Lucas jugaba en la calle con una piedra sobre una cuadrícula que había dibujado con tiza en el asfalto, en completa soledad. Estaba frente a su casa, estrecha, con dos plantas y adosada al Ayuntamiento, en la Plaza Mayor. Tenía 8 años y pasaba las vacaciones de verano como cada año, en casa de sus abuelos, mientras sus padres permanecían en la capital por razones de trabajo. María, su abuela, se asomó a la calle desde la ventana de la habitación del niño.