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domingo, 20 de octubre de 2013

El Ático (Parte 24)

   Jaime frenó tan bruscamente a la salida de una curva en plena carretera comarcal que provocó que don Joaquín, que en ese momento iba leyendo unos Salmos, casi topara contra el parabrisas a pesar de llevar el cinturón puesto. Las gafas le salieron disparadas y cayeron al suelo.

- Hijo por favor, qué susto - dijo con su habitual tono bonachón y comprensivo -. ¿Qué ocurre? - Miró al frente pero sin las gafas lo único que veía eran siluetas borrosas en medio de la carretera.

- ¿No lo ve, tío? - Dijo Jaime sin percatarse de que su tío se inclinaba hacia delante y entornaba los ojos para intentar enfocar un poco mejor -. Es la Guardia Civil. Hay un coche ahí en el arcén abandonado.

domingo, 13 de octubre de 2013

El Ático (Parte 23)

En la actualidad.

- Me alegro de que haya llegado tan puntual, señor Andrés – dijo el doctor Gancedo -. Hoy necesitaba explicarle algo con mayor detenimiento.

   Juan se removió un poco inquieto en el confortable butacón de cuero mullido que el psiquiatra tenía dispuesto para sus pacientes justo frente al escritorio de caoba y desde el cual escrutaba con sus finas gafas.

- ¿De qué se trata doctor? Si es algo relacionado con un nuevo aumento de la dosis de medicación…

- No, no es eso. Se trata de los últimos análisis que le hemos practicado.

domingo, 4 de agosto de 2013

El Ático (Parte 21)

Ayer sábado 8 de septiembre, en otro lugar.


   El hombre del maletín gris intentó poner en marcha su vehículo nuevamente, sin éxito. Maldijo su suerte y principalmente su falta de previsión. Hacía unos pocos días que le habían comentado en el taller donde hizo la revisión de los cien mil kilómetros que debía cambiar la correa del alternador pero no hizo caso porque necesitaba disponer del coche a toda costa por motivos de trabajo y ahora se lamentaba de no haber esperado un día más a que se solucionara el tema. La investigación que le habían encargado en el CSIC le tenía por completo ensimismado y no pensaba en otra cosa, incluso mientras intentaba descansar acostado por la noche.

   Cogió su teléfono móvil y marcó automáticamente el número del hostal donde pensaba estar alojado.

- Buenos días – contestó a su interlocutora al otro lado de la línea -. ¿Señora Celia? Sí, buenos días. Mire, tenía reserva para esta noche en su hostal pero me temo que no podré acudir... No, no se preocupe. Es que me ha surgido un contratiempo. En otra ocasión será. Adiós y gracias.

domingo, 14 de julio de 2013

El Ático (Parte 19)

   En la actualidad.   

   La doctora Susana Fernández terminó de examinar a la pequeña durante la mañana y contactó con los servicios sociales del Hospital a continuación. Se puso al habla con la principal responsable del servicio.

- ¿Lola del Río por favor?

- Sí, soy yo - respondió la voz al otro lado del teléfono.

- Hola, buenos días. Soy Susana Fernández, de Neonatología.

- Ah, hola. ¿Cómo estás? – La voz era la de una joven vital y dinámica, algo imprescindible en un entorno con tantos problemas y desgracias. Imprimía un tono de optimismo -. Supongo que me llamas por lo de la niña abandonada.

- Exacto. ¿Tenéis alguna noticia nueva?

domingo, 7 de julio de 2013

El Ático (Parte 18)


- ¿Y cuándo pensabas decírmelo? – Dijo Cristina mientras doblaba en cuatro la nota que le mostraba. La había sacado de la funda del tablet que uso como diario expresamente para enseñársela, después de comer en el Hostal el rico menú que nos preparó Celia y antes de ponernos de camino al bar.

- Me he acordado ahora – respondí con un leve tono de disculpa -. La verdad es que he guardado esta nota desde que me la entregó el representante de la Notaría pero prácticamente me había olvidado de ella hasta que me has preguntado durante la comida si había alguna condición en el testamento que debería cumplir para formalizar la herencia.

- Es lo que pasa en las películas ¿no? – Continuó Cris tendiéndome la nota para que la guardara. – El chico hereda si cumple alguna condición, que en muchas ocasiones es la causa que mueve la trama. Ya me ha vuelto a salir la vena Sergio.

- La causa que mueve la trama… - repetí solemnemente - … y la causa de su perdición.

domingo, 23 de junio de 2013

El Ático (Parte 16)

   La revelación del Padre Joaquín me había causado una gran impresión. Era la primera noticia que tenía de que mi nacimiento se había producido en el pueblo y más concretamente en casa de mis abuelos maternos. Mi primer impulso fue llamar a mi madre para que me lo aclarara en el momento e incluso hice ademán de sacar del bolsillo el teléfono móvil para hacerlo pero Cristina vio la jugada y me retuvo la mano. Sin duda, no era el momento apropiado.

- ¿Acaso no lo sabías? - Continuó diciendo el párroco -. Espero no haber metido la pata...

- No Padre, no se preocupe - añadí tras un momento de incertidumbre -. No tiene mayor importancia, es simplemente que no es lo que siempre había creído. E ignoro por qué se me ocultó la verdad.

lunes, 27 de mayo de 2013

El Ático (Parte 12)

Domingo 9 de septiembre de 2012 (por la noche).

     Una noche más en la soledad de la habitación del hostal escribo mi diario narrando los hechos sucedidos durante el día en este domingo 9 de septiembre. Aunque procuro ser objetivo, confieso que mis vivencias son tan extrañas que cuento mi vida como si me fuera ajena, como si le estuviera ocurriendo a otra persona. Los hechos increíbles que me están sucediendo me están afectando a la razón y creo que empiezo a no saber distinguir lo que es real y lo que no lo es. He tomado la decisión de volver mañana a casa de mis padres. No me quedo en el pueblo ni un día más y no sé si volveré. Probablemente sí, pero cuando haya analizado todo lo que ha ocurrido en estos tres días tan intensos y tras los cuales me llevo como único equipaje extra el libro manuscrito de mi abuelo y un extraño artefacto que encontré en el baúl del ático. Tengo que entender muchas cosas y necesito ayuda.

domingo, 24 de marzo de 2013

El Ático (Parte 3)


Jueves 6 de septiembre de 2012.

Vale. Tenía mucho tiempo para preparar el equipaje pero al final, como siempre, aquí estoy a última hora guardando las penúltimas cosas en una maleta que no cierra. ¿Por qué el último día antes de un viaje o una escapada se juntan en la agenda cien cosas importantes que sólo se pueden hacer en este día o que al final no has tenido tiempo para hacer antes? Y otra cosa. ¿De dónde salen tantos cargadores? Móvil, tablet, maquinilla de afeitar… Tengo un defecto importante y es que no sé simplificar.